Después de Don Juan y de Bodas de Sangre, Carmen fue el tercer ballet narrativo creado por Antonio Gades y el primer fruto escénico de su estrecha colaboración con el cineasta Carlos Saura.
Antonio decía, respecto al éxito obtenido en todo el mundo con la versión de teatro en 1984, que “a Carmen se la llevó Merimée a Francia, pero nosotros la hemos vuelto a traer a España”. La figura de Carmen representa para Gades la lucha de la mujer por conseguir la libertad frente a lo establecido, piensa que era una incomprendida, ya que cuando se escribió la obra, en 1837, ésta supuso un escándalo para la época, en la que aún no se podía pensar en una emancipación de la mujer: “Hice Carmen porque no me gustaba esa imagen estereotipada y falsa que tiene, siendo una mujer que cuando ama se entrega sin reservas, que no abandona a su clase aunque se encuentre en las más altas esferas”.
No será por casualidad que el personaje del ballet refleja dos de las actitudes vitales más características del coreógrafo: su conciencia de clase y su amor a la libertad.
Ya sin Gades, Carmen fue el primer ballet puesto en pie por la nueva Compañía. El no contar con su arrolladora presencia delante y detrás del escenario supuso un reto, pero lo cierto es que la obra sigue suscitando el reconocimiento de crítica y público. Aún hoy, en contraposición a nuestro mito masculino por excelencia, Don Juan (por cierto, primer trabajo escénico narrativo de Antonio Gades), Carmen representa para el mundo a la mujer española, siendo esta revisión del mito de Gades y Saura una de las más representadas.
Eugenia Eiriz
Viuda de Antonio Gades y directora general de la Fundación Antonio Gades